(Des)vergüenzas: Esther Magar, el realismo mágico y el odio

Cuando conocí a Esther Magar ya llevábamos un montón de tiempo hablando en redes, sobre todo de corrección y realismo mágico, temas que trata en su blog. Quedamos una mañana en algún lugar del área metropolitana de Valencia porque yo tenía que hacer una entrevista, que resultó ser una charla de la que salí muy cabreada. Pero de eso ya hablaremos en otra ocasión. El caso es que decidimos comer juntas y nos pusimos a hablar, y a hablar. Que yo no sé qué pasa, pero siempre me junto con gente que habla tanto como yo. Y casi pierdo el tren de vuelta a casa. Fue una comida agradable, llena de anécdotas, de confesiones y de ilusiones. No fue la última vez.
Cariñosa (aunque ella no lo crea porque no daba abrazos tampoco antes de la pandemia), amable y enérgica, Esther dice lo que piensa sin miedos ni tapujos. Una fantástica profesional de la corrección y una gran persona de personalidad arrolladora en menos de metro sesenta, a la que he tenido el honor de corregirle la novela. Si encuentras una errata, la culpa es mía. Palabrita de amiga arpía.
Esther Magar y el arte de la «escribición»

Esther Magar
Escritora y correctora profesionalNací en el literario año de 1984, quizá por eso vivo entre letras. Corrijo toda clase de textos para editoriales y particulares, reseño en Libros y Literatura y, a veces, escribo. El realismo mágico es mi debilidad.
¿De qué vive Esther Magar? Porque de escribir libros, sé que no, que escribiendo uno cada ocho años…
Vivo de corregir los de los demás.
¿Crees que como correctora has tenido ventaja a la hora de escribir? ¿O los posesivos también te han perseguido?
¿Sacando los trapos sucios? Revisé por última vez la novela hace unos cuatro años, y sí, en esta corrección final me he escandalizado con los errores que cometía entonces. Escribí esta novela cuando aún no era correctora. Pero ahora me cuesta mucho más escribir porque analizo cada frase. Es horroroso.
¿Cuál es tu proceso creativo? Porque ocho años… Ocho años, Esther, ocho. Espero que para el próximo libro no nos hagas sufrir tanto.
Soy totalmente brújula. Me siento y dejo que los personajes hablen. No planifico nada. Los ajustes los hago durante la corrección. El problema es que no me siento a menudo. Las primeras cien páginas de Las semillas del rencor las escribí en unos tres años, el resto, en seis meses, sentándome todos los días. Pero ahora ya no puedo dedicar las mañanas enteras a eso.
Esther Magar, el realismo mágico y el odio
¿Cuáles son tus influencias? Y no me respondas que tu abuela, que eso ya nos lo has contado en este post lacrimógeno y en mis entrevistas no se llora. O sí, pero da igual. Denúnciame si quieres.
Mi abuela no sabía escribir, pero hubiera sido mejor escritora que yo. Era una cuentacuentos genial. Diría que mis influencias son Gabriel García Márquez y Laura Esquivel, que me hicieron amar el realismo mágico. Y también Saramago, con el que me identifico mucho.
¿Y tu relación con el realismo mágico?
Soy una gran lectora de este género. Basta con que etiqueten así un libro para que yo lo compre. Y al final una escribe lo que le gustaría leer.
Las semillas del rencor, realismo mágico en estado puro
Podría decir un montón de cosas chulas sobre esta novela que casi me sé de memoria. Podría intentar convencerte de que es un must de este año y que, encima, participa en el Premio Amazon y se merece muy mucho estar, al menos, entre las finalistas. Pero paso. Que te lo digan otros, que luego dicen por ahí que solo vendo a mis amigas (qué poco saben, yo lo vendo todo, hasta a mi familia. Sobre todo a mi familia. El problema es que me la devolverían y me pedirían daños y perjuicios).
Así que voy a decirte lo que diría cualquier buena amiga que sabe que tiene amigas con talento: COMPRA EL LIBRO Y DÉJATE DE CHORRADAS.
Sinopsis
Escondido entre montañas, Pesinistra es un pueblo hostil incapaz de sacudirse los prejuicios. De Elisa dicen que lleva el demonio dentro por el color de su pelo. Ella no está dispuesta a tolerar su desprecio y se marcha a la gran ciudad. Pero allí no encuentra un futuro mejor y regresa al pueblo, donde solo le queda la mala vida que le vaticinaron.
Armada con el odio que han sembrado en ella, hará un juramento que sellará el destino de sus descendientes y de Pesinistra.
Adéntrate en esta saga familiar de realismo mágico en la que cinco mujeres buscan su lugar en el mundo.
Y después del ya acostumbrado momento promo #escritorasyeditorialestambiénnecesitamoscomerdecaliente y #siusasmienlacedeafiliadomeayudasamantenerelblog, continuamos:
Te ha costado ocho años decidirte a publicar tu novela. ¿Tan mala es?
Quería que otros hicieran el trabajo por mí, por eso la presenté a premios y a alguna que otra editorial. Todo el mundo me decía que dejase de esperar y autopublicase, pero me faltaba el dinero. Cuando me lo he podido permitir, me he lanzado.
¿De dónde surge la idea para Las semillas del rencor? Porque menudo drama, hija.
La primera idea fue: ¿qué pasaría si una niña no tuviera emociones propias y solo sintiese lo que los demás sienten por ella? Pero entonces pensé en cómo sería su madre, su abuela… Y acabé remontándome cuatro generaciones.
Cuéntanos por qué tu libro se llama Las semillas del rencor. Pero la historia de verdad, la que pusiste al descubierto en tu newsletter. Hazlo en máximo tres frases.
Es lo que tiene tardar ocho años en publicar, que te copian el título original y te toca buscar otro a última hora.
En este texto no hay madre e hija que se quieran. ¿Qué tal lo lleva la tuya?
¡Eh, hay una!
Mi madre no se ha dado por aludida, porque no es nuestro caso. Pero me consta que ser familia no es sinónimo de quererse y que es la familia quien más daño puede hacerte.
Tu personaje favorito, el más odiado y por qué (de este libro, obvio).
Le tengo cariño a Manuel, que es un cachito de pan. Y la más odiosa (que no odiada) es Asunción; me he divertido mucho creándola.
Pesinistra, el pueblo donde se desarrolla casi toda la historia, es casi un personaje más, como en toda buena obra de realismo mágico. ¿Te inspiraste en algún lugar real, o prefieres callarte para que no te apaleen si vuelves por allí?
Sí que me he inspirado en un pueblo, pero no porque sean tan bordes (o sí), sino porque allí supe lo que es sentirse forastera y en el punto de mira.

Las apuestas y la autopublicación
Después de ocho años (sí, lo repito por enésima vez, ocho) te has decidido a publicar tu obra de realismo mágico. ¿Por qué ahora y, no sé, no dentro de otros ocho?
Porque me han obligado Cristina Grela y Adella Brac. Nos hemos lanzado juntas al Premio Amazon.
¿Por qué autopublicación y no editorial tradicional?
Porque no ha surgido el amor con ninguna editorial tradicional. Varias me han rechazado, y yo también he rechazado alguna oferta.
¿Cuál ha sido la parte más dura de todo el proceso desde que te decidiste a autopublicar? ¿Has tenido ganas de tirar el archivo a la papelera virtual?
Lo duro empieza ahora. Odio venderme.
(Tranquila, nena, que ya te vendo yo. Ve quitándote la r…, digo, ve firmándome el libro).
¡Compralo ya o te mandaremos a Pesinistra!
Que compres el libro de la Magar, cohona. Que es realismo mágico, un dramón familiar y pasan cosas.
(Sutilidades a mí).
Adiós, Esther de mi corazón
Lo de ser correctora y que te corrijan, ¿qué tal se lleva? ¿Vas a seguir hablándole a tu compañera de sector?
No, esta será nuestra última comunicación. XD
Pica, más como correctora que como escritora, pero me has enseñado algún truco para frases complicadas e indicado dónde flaqueaba la estructura, así que estoy encantada. Mi historia ahora es mejor.
¿Tienes algún otro proyecto literario, o con este ya has tenido suficiente para el resto de tu vida?
Mi objetivo es acabar la novela con la que llevo… ¡ocho años!
Silvia Barbeito se aburría mucho y decidió responderme a unas preguntas y, de paso, dejarte esta, en su línea: ¿Por qué te dedicas a esto y no a algo más amable, como picar carbón, por ejemplo?
Porque puedo hacerlo en pijama.
¿A quién te gustaría que entrevistara y qué le preguntarías?
A Rosa Montero, que le pediste el contacto delante de mí y no has tenido narices de escribirle. Y le preguntaría: ¿cómo consigues mantener la cabeza fría para ser fiel a ti misma en vez de sucumbir a las exigencias del mercado?
(Menudo zasca me ha dado en toda la boca la señora Magar. Si no sé para qué la invito. Seguro que lleva guardándosela desde que le dije que se pasara por este blog).
Deja una pregunta para la siguiente persona que pase por aquí…
¿Amas escribir o amas haber escrito?

Hoy hemos aprendido unas cuántas cosas con Esther Magar:
- Da igual que tardes ocho años en decidirte a publicar tu novela. Lo importante es terminar el camino.
- El realismo mágico mola.
- Las abuelas molan todavía más.
- Los pueblos chungos dan para una novela.
Y después de semejante aprendizaje, solo me queda darle las gracias a Esther por dejarme que la sometiera al tercer grado y desearle mucha suerte con su novela.
Ah, y darte las gracias a ti, como siempre, por aguantar hasta aquí. Y ya que estoy, te lanzo la pregunta:
¿Qué novela de realismo mágico es la que más te pone?
¡Hasta pronto, florecilla!
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