Mi «Leo Autoras Octubre 2020»

Octubre ya ha terminado, y con él la iniciativa Leo Autoras Octubre 2020, que no todo iba a ser un asco este año. El año pasado te hablé de los motivos que me habían llevado a dejar de leer autoras de una manera casi inconsciente y paulatina, y de cómo decidí recuperar las buenas costumbres. También te he traído una entrada completísima con un montón de recomendaciones hechos por autoras: dieciocho libros de género te propusimos, ni más ni menos.
Este año la cosa ha sido extraña. Me he encontrado con sorpresas agradables y desagradables: se me han caído algunos mitos y he creado otros nuevos, así que me quedo con un sabor agridulce, aunque la valoración, en su conjunto, ha sido muy positiva.
Por último, el corazón, Margaret Atwood
Quien me conoce sabe que la prosa de Atwood me gusta por su sencillez, también me suelen gustar sus premisas y sus historias. Por desgracia, esta vez ha pinchado conmigo.
El uso que hace de frases cortas llega a hacerse agobiante (que está bien, al fin y al cabo en eso consiste). En un un principio, la historia te atrapa en un mundo deshecho tras una crisis económica que vivimos a través de los ojos de Charmaine y Stan, una pareja que ha, como muchos, ha terminado viviendo en su coche. Pronto verán la oportunidad de entrar en el proyecto Positrón: un mes, serán prisioneros en una cárcel, y el siguiente vivirán en la ciudad. Pero la cárcel es más grande de lo que les cuentan.
Y aquí empieza mi verdadero problema, porque una vez entran en ese mundo, Atwood parece tan confundida como los propios protagonistas. Es como haber leído tres novelas en una, las escenas se suceden y desembocan en una temática nueva, y ahí es donde no sé si tratar esta obra de tomadura de pelo o de vanguardista. Tiene ideas muy interesantes, pero poco desarrolladas. Voy a darle un tres sobre cinco por esas ideas y el final abierto (tal vez lo único realmente rescatable después de las primeras cincuenta páginas), que, en mi opinión, lo salvan un poco.
Kitchen, Banana Yoshimoto
Este texto de Yoshimoto (de 1988) fue, en su momento, muy alabado por la crítica. Aunque mucha gente lo considera sobrevalorado, lo cierto es que está escrito con una inocencia poco común y que se agradece, sobre todo en estos momentos en los que parece que todo el mundo está de vuelta y media.
Mikage vive con su abuela, pero cuando esta fallece, se queda sola en el mundo y se refugia en la cocina de la casa en la que vivían. Poco tiempo después, Yuichi, un chico joven amigo de su abuela, le ofrecerá que se vaya a vivir con él y su madre, Eriko que «hace tiempo era un hombre».
Kitchen suele ir acompañado de otro relato de Yoshimoto, Moonlight Shadow, donde la protagonista, Satsuki, ha perdido a su novio en un accidente de coche. Para superar la pérdida se apoyará en Urara, una extraña joven que conoce en un puente, y el peculiar hermano de su novio, Hiiragi, que también ha perdido a su chica en ese accidente, y decide ir al instituto con el uniforme de su novia muerta.
Tanto Kitchen como Moonlight Shadow, profundizan en los sentimientos de pérdida y soledad de una manera íntima, calma y casi onírica.
La leyenda de Bellasombra, Adella Brac
Si lo tuyo es la fantasía juvenil, no puedes dejar de lado esta novelita de Adella Brac, porque lo tiene todo para entretener a grandes y pequeños. Ideal para leer con tus hijos, sobrinos o en una de esas tardes en las que quieres desconectar del mundo que tenemos ahí fuera.
Allamanda intenta enseñarle magia a su hija, Bellasombra, pero la chiquilla está más interesada en aprender a manejar la espada que en el uso de un poder que no comprende.
Lo que no sabe Bellasombra es que si no aprende magia, esta se perderá tras el fallecimiento de Allamanda. Y ahí es donde de verdad empieza la aventura, tras la muerte de su madre, que decide atrapar su poder en la espada de la joven. Junto a Alerce, joven aprendiz de alquimista que trabaja para el rey, Bellasombra recorrerá un largo camino donde se cuestionará quién es en realidad.
Una historia sencilla sobre la búsqueda de una misma.
Micosis, Enerio Dima
Si hay un texto que permite lecturas y relecturas, es esta pequeña joya de Enerio Dima, que fue nominada a los Premios Guillermo de Baskerville de 2019. Desde el momento actual, su inicio parece casi una premonición de la pandemia que vivimos, aunque Dima lo crease como una metáfora y una crítica que algunos interpretan que habla del vacío y aislamiento social actual y, otros, de enfermedad mental.
Lo primero que llama la atención es su protagonista, Marga, una mujer de mediana edad, sencilla, anodina, con los problemas habituales de muchas mujeres divorciadas con hijos a cargo y que, además, trabaja como limpiadora en edificio tan anodino como ella. Desde luego, no es la típica protagonista.
Marga vive como mejor puede durante una pandemia. Un extraño hongo que provoca aislamiento y comportamientos violentos en aquellos que la sufren y que es extremadamente contagiosa. Los enfermos de micosis son apartados del resto y, se rumorea, que no hay cura para ellos. Y si la hay, pocos se recuperan. Marga tendrá que aceptar poco a poco la realidad en la que vive, en la que solo quiere seguir adelante y mantener a sus hijos, que no se los quiten.
Por supuesto, podría deciros que, excepto por el perfil de la protagonista, esta es una historia mil veces llevada a las pantallas: una pandemia, una persona intentando sobrevivir y salvar a quienes más quiere. Sin embargo, el punto de vista que desarrolla Dima, su prosa, su manera de profundizar en los personajes y el modo de enfrentar a la protagonista (esa mujer sencilla, anodina, que podríamos ser cualquiera) a la situación que le ha tocado vivir provocan en la lectora la necesidad de seguir leyendo página tras página. Y te aseguro que todas y cada una de ellas merecen la pena.
Clara, Virgina Gil Rodríguez
Esta ha sido mi gran sorpresa del mes. Reconozco que tengo el libro en LA PILA (con mayúsculas ya) desde hace mucho. Me tocó en un sorteo en el blog de Esther Magar y, no sé por qué, lo iba relegando a favor de otras lecturas.
Menudo error.
En apenas cien páginas, Virginia Gil Rodríguez consigue que conectemos con Clara, una niña de nueve años que empieza a sufrir bullying en clase. No ha elegido la adolescencia para desarrollar la trama, sino una etapa anterior, una en la que todavía somos lo bastante inocentes como para no comprender del todo qué pasa en nuestro entorno, una edad en la que los padres le quitan importancia a lo que ellos consideran «cosas de críos», y en el que el vacío social puede ser más duro que los insultos. Clara se refugia en las clases de natación sincronizada para aguantar el día a día en el colegio, su única vía de escape al aislamiento que la someten sus compañeros.
Trata el tema con cariño, respeto y una prosa con una calidad increíble. Absolutamente recomendable.
Degustación de calabazas, VV. AA.
Oye, oye, que me estás engañando, que aquí no solo hay autoras. Es cierto, no solo hay autoras, pero sí que somos mayoría y la coordinadora también es mujer.
En este libro de descarga gratuita encontrarás algunos de los textos que las mecenas de Alicia Pérez Gil hemos escrito para su taller de Patreon. Y como no me suelo hacer autobombo ni se lo hago a mis amigas, por una vez no pasa nada.
Encontrarás textos de todos los géneros, pero con un denominador común: la pasión por la escritura y el aprendizaje. Como comprenderás, de este no opino. No sería objetiva; mejor hazlo tú.
Y hasta aquí mis lecturas del Leo Autoras Octubre 2020. Como ves, hay para todos los gustos, desde relatos más intimistas y realistas hasta aventuras trepidantes.
¿Cuáles han sido tus lecturas de este año para la iniciativa?
Esta entrada ha sido posible gracias a mis mecenas en Patreon.
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