Un proyecto de crowdfunding muy especial: Ley de enfermedad 0

Llevar a cabo un proyecto de crowdfunding puede convertirse en una locura. Que se lo digan a M. J. Moreno, que lleva tanto tiempo trabajando en el suyo que ni me acuerdo. Después de dos años de escritura y revisiones, ha llegado el momento de que su primera novela Ley de Enfermedad 0, vea por fin la luz. Y como es una profesional de las de verdad, decidió poner en marcha un proyecto de crowdfunding para lanzar una campaña a lo grande y pagar así a otros profesionales que la ayudaran en la edición de su libro.
Aviso de que esta entrevista la preparamos antes de saber que la campaña llegaría a objetivos en menos de setenta y dos horas, pero, aún así, M. J. ha establecido nuevos objetivos y recompensas para sus mecenas.
Por si acaso no la conoces, aquí te la presento:
M. J. Moreno y la escritura
¿A qué te dedicas para sobrevivir? Porque la cuarentena nos ha obligado a reinventarnos a todas.
He trabajado de muchas cosas, casi todas con poca fortuna y sueldos irrisorios. Por distintos motivos, inicié una pequeña empresa de artesanía con mi novio, el Sr. B, con la que salíamos adelante: MJ y el Sr. B. Une nuestra pasión por lo hecho a mano y lo friki. Pero la pandemia ha trastocado todos nuestros planes: asistíamos a convenciones que ya no existen y las ventas internacionales se han vuelto complicadas.
Hace unos meses llegamos a una situación límite en la que nos veíamos en la calle. En ese momento, los que me rodeaban y conocían me insistieron mucho para que cobrase por algo que llevaba mucho tiempo haciendo gratuitamente y a lo que no ponía nombre. Así inicié mi servicio de Asistencia virtual para escritoras, principalmente enfocada al diseño, aunque realizo muchas de las funciones que las autoras odian o se les hacen muy cuesta arriba: análisis de web, configurar Mailchimp, diseño de mockups y páginas de aterrizaje, programación de redes sociales, etc.
¿Cuándo empezaste a escribir y por qué?
De pequeña me gustaba mucho escribir porque expresaba lo que no podía decir en voz alta. Estoy muy orgullosa de haber ganado el premio de poesía en mi colegio (ya ves: yo, que no escribo poesía). Pero como era una niña que todo lo tenía que hacer perfecto y conseguir lo más difícil, y escribir era fácil para mí, me enfoqué en las ciencias puras y estudié una ingeniería. En todo ese tiempo dejé de leer y escribir, que era lo que más me gustaba.
Hace unos cuatro años viví un hecho traumático y caí en una depresión. El único momento en el que me olvidaba de todo era cuando escribía. Así empecé una novela para desahogarme y vengarme de los que me habían hecho daño. De todos modos, toda mi vida he escrito historias en mi cabeza. No sé si es un poco extraño, pero imaginaba aventuras constantemente que no llegaba a reflejar en papel.
Háblanos un poco de tus influencias como escritora y con qué escritores/as copularías sin pensarlo.
A ver, para copular no sé, porque el hombre está un poco hecho polvo después del accidente que tuvo, pero diría Stephen King. A mí los hombres me enamoran por su intelecto, más que su físico. Me parece un escritor incansable, su vida está dedicada a la escritura. Creo que en ocasiones no se lo toma en serio porque es un autor muy prolífico y parece que eso se traduce en falta de calidad, que no es su caso. Aunque tiene obras infumables, como cualquier escritor, otras son una genialidad. Para mí es el mejor ejemplo.
Quien te sigue, sabe que eres muy fan de Stephen King. Eres lectora de terror, y sin embargo te estrenas como escritora con una distopía futurista. ¿Tanto miedo te dabas?
Pues miedo nunca me he dado, otras cosas peores e inconfesables, sí. Supongo que lo de lectora de terror lo dices por Stephen King, aunque tengo que decir que considero sus novelas una miscelánea de terror, ciencia ficción, fantasía, costumbrismo, realismo, etc. Así que no me considero una lectora de terror, más bien de novelas que me provoquen curiosidad.
Tengo especial interés por las distopías, mi novela la englobo en distopía social más que futurista, que también, porque me parecen una manera estupenda de colocar a los personajes en situaciones límite. Las veo como una excusa para desarrollar cualquier género. Puedes introducir tramas criminales, de amor, aventuras, suspense, etc. sin tener que encasillarte en un género concreto. Soy una tramposa.
En tu blog siempre has reconocido que te sentías un poco intrusa. ¿El síndrome del impostor aún acecha o barbecha?
Ambas. Hay días que me siento Einstein y otros que siento que tengo el cerebro licuado. Pero creo que el síndrome del impostor es algo que me acompañará siempre, aunque no dejaré que me venza nunca. Seguiré adelante a pesar de él. Solo necesito coger más confianza para ponerlo en su sitio. Todo llegará.
Te has formado como escritora. Háblanos un poco de tu experiencia durante la mentoría. ¿Por qué la hiciste? ¿Te gusta que Ana González Duque te saque el látigo?
Pues tal vez no lo creas, pero llevo mucho mejor las críticas que los elogios. De hecho, he tenido que pasar tiempo en terapia para aceptarlos. También pienso que siempre es mejor rodearse de gente que sepa más que tú: «Es mejor ser el último en la cola de los listos que el primero en la de los tontos».
Ana González Duque me ha ayudado muchísimo en mi carrera como escritora y no solo a aprender a escribir, que un montón, si no a darme la fuerza y el valor para creer que puedo hacerlo. Y eso no podré agradecerlo lo suficiente nunca.

Ley de enfermedad 0, la primera novela de MJ Moreno
Antes de meternos de lleno en el proyecto de crowdfunding de M. J. Moreno, queremos presentaros su novela Ley de enfermedad 0 y hablar un poco del proceso de escritura:

¿Imaginas enfermar y disponer de un tiempo límite para curarte?
¿Qué tu valía dependa de lo productiva que seas para la sociedad?
Maia ingresa en el Centro 505 tras un hecho traumático.
Según la Ley de Enfermedad 0, tiene dos años para curarse o será eliminada.
El tiempo se acaba, pero Maia tiene otros planes. Algo inesperado sucede y descubre que la ley, gracias a la cual han sobrevivido en un mundo descompuesto, no es lo que parece.
¿De dónde surge la idea para la novela?
Cuando viví el hecho traumático que he mencionado antes, estuve mucho tiempo de baja y en terapia. He tenido la suerte de que todo mi entorno cercano siempre me ha apoyado y ayudado. Pero gente exterior, sobre todo exjefes, inspectores de salud y de trabajo (que deberían ser los más sensibles con las enfermedades mentales) me han tratado como una mierda, incluso dudando de mi enfermedad. Una inspectora llegó a decirme que yo ya tenía una edad y que no iba a encontrar un nuevo trabajo, además siendo mujer. Todo esto con informes de psicólogos, psiquiatras y acudiendo a un hospital de salud mental. Me sentí inútil e indefensa. Pero sobre todo cabreada. También he vivido muchos años abusos en el trabajo, pero entonces no sabía lo que eran y no tenía la fuerza para denunciar. Aunque a todo cerdo le llega su San Martín.
Con todas esas experiencias empecé a escribir un libro para vengarme. Ya he dicho alguna vez que escribo por venganza. En la novela quería llevar este punto de tu valía al extremo: eres tan valioso como lo que produces y si no haces lo suficiente, estás muerto (literalmente).
En el mundo de Ley de Enfermedad 0, el que no produce o enferma es «eliminado». ¿Te inspiraste en la vida real al cumplir los cuarenta, o la cosa viene de antes?
De mucho antes, como ya he explicado, pero añado que siempre he trabajado muy duro por una recompensa muy baja. Mientras otros se enriquecían a mi costa (comprándose porsches, casas, yendo de vacaciones de lujo y gastando en vicios lamentables), yo no tenía dinero ni para encender la calefacción en invierno. Solo valía lo que producía. Me exprimieron hasta el último aliento y por eso pagué (y sigo pagando) un alto precio.
Y tengo que decir que asumo mi parte de culpa: no fui capaz de defenderme, pero ahora ya lo soy y no van a volver a abusar de mí nunca más.
Hablar de enfermedades mentales con la delicadeza con la que lo haces, resulta complicado. Quienes hemos pasado por alguna lo sabemos bien. ¿Cómo construiste a Maia, tu protagonista?
Maia está basada en mi experiencia con la ansiedad y la depresión. También en mi paso por terapia. Quería que sintiese lo que yo había sentido, que mostrase una parte muy chunga de mí, un humor negro que no saco en todos los ámbitos, pero que fuese cada vez más fuerte. Que tuviese esa parte que todas queremos, pero que a veces nos cuesta conseguir. Maia refleja a enfermos mentales, pero sus sensaciones pueden ser diferentes a las de otras personas porque los síntomas son muy amplios.
En el proceso de escritura, ¿cuál ha sido la mayor dificultad con la que te has encontrado? ¿Y qué te ha resultado más fácil?
La idea y el borrador son fáciles para mí porque ya cuento con una escaleta previa que divido en escenas como una película. Lo más complicado es escribir bien ese borrador, limpiarlo, quitar todo lo que sobra, añadir lo que falta (esto es mucho más probable); en fin, ponerlo bonito. También fue un momento chungo tener que retocar y cambiar cosas cuando me lo mandaron los lectores cero. Llevo muchos años con esta historia y ya estaba agotada de darle vueltas.
Enfrentarte a los lectores cero no es fácil. ¿Tus primeros críticos han sido favorables, o los has enterrado en el jardín de tu casa?
El suelo del patio de mi casa es muy duro; imposible excavar. Es más fácil hacerlo en los alrededores, pero de madrugada porque siempre hay vecinos cotillas. Solo tienes que cargar con la pala y el pico. Queda bastante aceptable, sobre todo si luego vuelves a poner toda la vegetación y dejas que crezca. ¿Habré dicho demasiado?
Los lectores cero han sido maravillosos, no solo en su implicación durante la corrección en la que me han dado ideas fantásticas y mucha caña, también durante la creación del proyecto de crowdfunding y su campaña, en la que me han ayudado activamente. Sus críticas fueron constructivas y obtuve muchos elogios comunes que me ayudaron a creer en mí y en la historia, y sacarla adelante.
El proyecto de crowdfunding de Ley de enfermedad 0
Comenzar un proyecto de crowdfunding está solo reservado a gente muy trabajadora y paciente. Y aún así, te arriesgas a darte de bruces. Sin embargo, M. J. Moreno no ha tenido ningún miedo porque tenía claro que quería publicar con calidad sin pasar por la publicación tradicional. Aquí nos cuenta cómo comenzó el proyecto de crowdfunding hasta convertirlo en campaña, y la de recompensas molonas que te puedes llevar por colaborar como mecenas. Atención, que esta es la parte más guay de la entrada, florecilla.
En tu caso, tenías claro desde el principio que querías autopublicar. ¿Por qué? ¿Las editoriales te dan urticaria?
Me da miedo el rechazo. He sufrido mucha invisibilidad y abuso y no quería vivirlo de nuevo. Necesitaba conseguir esto y que estuviera en mis manos, no en las de otras personas. Además, me he formado para ello y creo que pocas editoriales hacen un buen trabajo de promoción a no ser que seas un escritor de éxito. Si yo controlo todo el proceso, también puedo hacerlo con mi campaña e ir cambiando sobre la marcha. Elijo los profesionales con los que trabajaré, los que me parezcan mejores, como mi correctora (guiño, guiño, codazo,codazo).
¿Cuándo y por qué decidiste llevar a cabo un crowdfunding? Si cualquiera sabe que para publicar solo tienes que subir tu novela a Amazon y ya eres bestseller.
Jajaja. Es una de las diez verdades de la humanidad, todos lo saben. El motivo ha sido la necesidad. Quería publicar un producto de calidad y para eso hacen faltan profesionales, pero no tenía dinero para pagarles. Sabía que hacer un crowdfunding era muy arriesgado, pero no tenía muchas más opciones. Si no salía adelante, no tenía un plan B para publicar. Por otro lado, aunque estaba aterrorizada, era una manera de ver si había suficiente gente que quisiera leer mi libro, si todo el trabajo que realizo desde hace años sirve para algo, si mi proyecto es lo suficientemente interesante para que los mecenas quieran invertir en él. Me encanta el espíritu de los proyectos de crowdfunding: sola no puedes, con mecenas sí. Está siendo una experiencia maravillosa.
¿Qué gastos implica llevar uno acabo?
Necesitaría todo un artículo para explicarlo bien y, como ves, no soy parca en palabras. Así que resumiré lo máximo posible. Investigué mucho en la red sobre cómo realizar un presupuesto para Verkami, plataforma en la que he creado mi proyecto de crowdfunding y lanzado mi campaña. Soy una nazi de los números y las tablas de Excel y no encontré ninguna en la que los datos estuviesen bien.
Así que pedí presupuesto a correctora, maquetador, ilustradora, imprenta y merchandising. Recopilé precios de envíos, impuestos, comisiones de Verkami y de pagos de la plataforma, y me hice mi propia tabla.
En este gráfico podéis ver los gastos en porcentajes:

¿Qué recompensas chachipirulis ofreces para quienes colaboren en el crowdfunding?
Hay de todo un poco porque para mí era muy importante que todo el mundo pudiese participar independientemente de su nivel adquisitivo. Así que existen (o existían porque algunas ya están agotadas) desde recompensas tangibles como el ebook, marcapáginas o láminas, hasta intangibles como elegir el sobrenombre del centro o, la más cotizada y por la que ha habido pelea campal, el nombre de uno de los gatos del libro. Pasando por las recompensas artesanales hechas por el Sr. B y por mí: carteles con tu nombre personalizado, pendientes, collares o libros. Estas, además, las realizamos con mucho cariño.

La pregunta que iba ahora ya no tiene ningún sentido. Las recompensas son tan bonitas y M. J ha trabajado tan bien su proyecto de crowdfunding, que la campaña ha sido un éxito y en menos de 72 horas consiguió llegar al objetivo, pero aún así, la cosa no ha terminado. Aún quedan muchos días de campaña y M. J. ha creado nuevas recompensas para todos los mecenas si llegamos a los siguientes objetivos. Puedes ver el vídeo de agradecimiento en el que explica cuáles son las recompensas y los nuevos objetivos aquí.
Si aún no te has decidido, o no tienes claro si deseas la novela, aquí puedes leer los dos primeros capítulos para que sepas con lo que te vas a encontrar:
O, si lo prefieres, puedes escuchar el primer capítulo en audio, de la voz de Marta Baonza (Traducine)
Pero antes de marcharnos:
Como ya hice en la entrevista a Maribel Abad, debo preguntarte: ¿a quién te gustaría que le diera la murga, y qué le preguntarías?
A Stephen King le preguntaría: ¿Por qué la jodes tanto en los finales?
Me parece que nuestra Mjotita se ha flipado un poco, pero como de ilusión también se vive… ¡Señor King! ¡Le esperamos!
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