Mujeres Premio Princesa de Asturias de las Letras

Como ya empieza a ser tradicional en este blog, el 8 de marzo lo dedico a nuestros premios literarios nacionales, concretamente a la poca representación de escritoras que hay en ellos, aunque, por suerte, los últimos años parece que tiende a equilibrarse. Si el primer año dediqué la entrada del día de la Mujer a nuestras casi inexistentes académicas de la RAE y el pasado a nuestras Premio Nacional de las Letras Españolas, este le ha tocado en suerte (o desgracia) al Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Orígenes y funcionamiento del Premio Princesa de Asturias de las Letras
El Premio Princesa de Asturias de las Letras se creó en 1981 (llamado entonces Príncipe de Asturias, ya que está ligado a la figura de los herederos de la corona español, en aquel entonces don Felipe VI y, desde 2014, doña Leonor).
Tal y como explican en su página, los premios se destinan «a galardonar la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional».
Así que ya encontramos la primera característica: el premio va más allá de nuestras fronteras y de los países de habla hispana. Además, como otros grandes premios internacionales, tiene más de una categoría. Ocho, concretamente, que son: «Artes, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Concordia, Cooperación Internacional, Deportes, Investigación Científica y Técnica y Letras».
Para ser candidato al premio, sea persona física o institución, se debe haber contribuido de «manera extraordinaria y ejemplar» a alguna de esas áreas y esas contribuciones «se extienden y/o son conocidas a nivel internacional».
Es decir, además de ser un premio que se concede a cualquier persona o institución sea de donde sea, la labor de los/las premiados/as debe influir de manera importante en su área y conocerse internacionalmente.
Tal y como explican, el premio se compone de una escultura de Joan Miró, un diploma (sí, como los premios esos a los que nos presentábamos en el cole), una insignia (vamos, que te dan un pin. Que digo yo que ya se la podrían dar a todos los participantes porque lo importante es participar) y 50 000 eurazos. Que digo yo que será pòr categoría, algo que no se especifica en la página.
A diferencia de otros premios, este puede ser compartido si recae en más de una persona o institución. Es decir, si se da a dos, la pasta se divide. Tampoco especifican si la escultura, el diploma y la insignia las parten por la mitad o le dan uno a cada ganador. Y con esta crisis, vaya usted a saber. (Perdón, es que me estaba poniendo muy seria ya).
Vamos, que lo importante aquí es la escultura de Miró, que siempre puedes usar de pisapapeles o para fardar delante de tus amigos, y la pasta, que si la estiras mucho igual te da para tapar algún agujerillo o reinvertir para el año siguiente en material de oficina.
(Aclaro para quienes no tienen sentido del humor, que servidora siempre apoya este tipo de premios, que reconocen de algún modo a esa gente e instituciones que se lo curran y que, muchas veces, no reciben ni el mérito ni la retribución que merecen).
¿Quién y cómo se elige al jurado y los candidatos al galardón?
En este punto, hay algunas cuestiones que llaman la atención, y que podría llevar a la endogamia más acérrima si así se decidiera. Veamos:
Pueden presentar candidaturas
- los premiados en ediciones anteriores,
- los componentes de los ocho jurados (siempre y cuando no presenten una candidatura al premio del que son jurado, obvio. Vamos, que si eres jurado del de Letras, no puedes presentar a ningún candidato al de Letras, pero sí, por ejemplo, al de Comunicación y Humanidades),
- las embajadas españolas y las representaciones diplomáticas en España,
- personas e instituciones de reconocido prestigio y
- otras personas e instituciones invitadas por la Fundación Princesa de Asturias.
De ahí que diga que, si se quiere, estos premios podrían ser endogámicos. No porque no se puedan presentar candidaturas, sino porque muchas de esas candidaturas se pueden quedar en el camino por pactos/tratos de favor entre instituciones, embajadas, jurado y antiguos premiados. Está claro que algún filtro se debe usar y se hace lo mejor que se puede siempre, pero, como en cualquier premio, la transparencia puede quedar en entredicho, como ha sucedido alguna vez. Aún así, para intentar evitarlo, hay una serie de normas sobre quiénes son los elegibles al galardón, que bajo ningún concepto será concedido a:
- título póstumo
- jefes de Estado y/o de Gobierno. (Esto vale para nacional e internacional)
- miembros de las altas instituciones y altos cargos de los gobiernos españoles y extranjeros y/o cargos con estatus de jefe de Estado;
- a las instituciones del Estado y los poderes públicos regulados en la Constitución y la legislación españolas;
- quienes sean patronos de la Fundación o lo hayan sido durante las tres ediciones inmediatamente anteriores;
- a los jurados o a quienes hayan formado parte de alguno de ellos durante las tres ediciones inmediatamente anteriores;
- personas, organizaciones y/o instituciones que soliciten un premio para sí mismas o para las instituciones a las que representan.
Artículo 3 del reglamento
Para presentar a los candidatos al Premio Princesa de Asturias, hay formularios oficiales y fechas estipuladas, que suelen concluir en el primer trimestre del año. Sin embargo, hay una excepción: los miembros del jurado y los galardonados en ediciones anteriores pueden presentar candidaturas hasta seis días antes de la constitución del jurado de la categoría a la que envían la propuesta. Vamos, que aquí nunca se sabe lo que puede pasar. ¿Estrategia, tal vez? Emoción asegurada. Tanto, que hasta hay adhesiones y apoyos, como en unas elecciones de verdad, que pueden presentar su «yo también creo que X debe ganar» y que cumple con los mismos plazos que la presentación de candidaturas.
Ah, y que no se olvide que aquí no mandamos solo un impreso diciendo «soy jurado y voto a mi abuela para el premio a Cooperación Internacional porque consiguió que sus siete hijos y su marido aprendieran a poner la lavadora antes de la década de los noventa». (Uys, chiste un poco machis… Ah, no. Era el sino de nuestras abuelas, cosas de representar la realidad de muchas mujeres en el mundo incluso hoy en día. Pero volvamos a los premios). Como decía, no solo se manda el impreso. También se envía cuanta documentación haga falta para justificar y acreditar los méritos.
Por supuesto, el jurado tiene que firmar un compromiso ético. No he encontrado exactamente cuáles son los criterios que usa el Patronato para conformar el jurado (es la misma Fundación la que lo designa), pero sí dejan claro que «No podrán ser elegidos entre los altos cargos del Gobierno de España ni entre los miembros de las altas instituciones de cualquier Estado». El presidente de cada jurado se elige de entre los miembros que lo componen, y el secretario lo elige la Fundación (por cierto, este tiene voz y voto).
Las deliberaciones para elegir ganador/a se realizan en dos días consecutivos. Para votar, los jurados deben estar presentes en todas las reuniones y no ausentarse, el voto no se puede delegar y debe expresarse siempre de manera positiva, las candidaturas y deliberaciones son secretas, y se otorga a una candidatura elegida por mayoría. El presidente tiene voto de calidad si hay un empate.
Y aún así, algún año se comparte premio. Supongo que por abstención de los presidentes del jurado.
Estadísticas
Como en las anteriores ediciones del 8 de marzo, aquí también llama la atención el número de mujeres que han sido galardonadas, por su escasez. Como siempre, nos vamos a concentrar por ahora solo en uno de los galardones que componen el Premio Princesa de Asturias. En este caso, en el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Este año aún no sabemos quién será el ganador/a, pero aún así, en los treinta y nueve años de premio, han sido cuarenta y cuatro galardonados. El premio fue compartido en 1982 (Gonzalo Torrente Ballester y Miguel Delibes), 1986 (Mario Vargas Llosa y Rafael Lapesa), 1988 (Carmen Martín Gaite y José Ángel Valente) y en 2003 (Fatima Mernissi y Susan Sontag).
Y aquí tenemos el resultado:
Todo el mundo literario, cuarenta y cuatro galardonados desde 1981, y solo ocho son mujeres. Ocho. De las que tres han compartido premio. Eso representa un 18,18 % del total.
L. M. Mateo, que sabe hacer reglas de tres
En los primeros diecinueve años de este premio, la única mujer galardonada con el Princesa de Asturias de las Letras fue Carmen Martín Gaite (1988), y ni siquiera lo ganó sola. Lo compartió. Es curioso que hasta trece años después, ninguna mujer del mundo mereciera este premio. Que en veinte años, solo una fuera capaz de conseguirlo (compartido), cuando en esos diecinueve años de inicio de galardón, hasta en tres ocasiones el premio fue compartido (las otras dos, por hombres).
Trece años más tarde, aparece la siguiente premiada, Doris Lessing, en 2001. Parece que la primera década del siglo XXI favoreció un poco a las mujeres en este premio, pues además de Lessing encontraremos como premiadas a Fatima Mernissi y Susan Sontag (compartieron premio en 2003), Nélida Piñón (2005) y Margaret Atwood (2008).
Eso sí, después nos encontramos con otro vacío importante hasta 2019 (once años más tarde), en el que las poetas y escritoras Siri Hustdvet y Anne Carson conseguirían hacerse con el galardón en 2019 y 2020 respectivamente.
Podría analizar el por qué de estos agujeros en los premios, pero me temo que se debe a lo mismo que ya expliqué en la entrada dedicada al Premio Nacional de las Letras y sería repetirse.
Galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de las Letras
Si clicas en el nombre de las galardonadas, podrás acceder a su perfil de Wikipedia. En este artículo solo haré un breve resumen, ya que esta entrada no pretende ser un estudio exhaustivo de sus vidas y su obra, sino un primer acercamiento a estas mujeres, galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de las Letras.

Carmen Martín Gaite (1988)
Escritora
Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925 – Madrid, 2000) escritora, poetisa y ensayista. De ella ya os hablé aquí.

Doris Lessing (1988)
Escritora
Si algo caracteriza a Doris Lessing (Irán, 1919 – Reino Unido, 2013) es su afán por ser ella misma. Nacida en Irán (en aquel entonces, Persia), e hija de un militar y una enfermera, a los seis años sus padres se trasladaron a Zimbabue (entonces Rodesia del Sur) donde vivió hasta los treinta años.
Su madre pretendía llevar la vida de una gran dama, pero lo cierto es que la situación económica de la familia no era tan holgada como quería aparentar, así que Doris, cansada del autoritarismo materno, deja los estudios y, con solo quince años, se marcha de casa y se pone a trabajar como niñera. Se formó de manera autodidacta, se casó, tuvo dos hijos, se divorció en 1943 y se unió a un grupo de ideas comunistas. Se volvió a casar, esta vez con Gottfried Lessing, un año más tarde y tuvo un tercer hijo. Pero Doris no quería ser solo madre. Tenía otras inquietudes, así que en 1949 se divorció por segunda vez, y se trasladó a Reino Unido con su hijo pequeño, donde volvería a publicar.
Su activismo en contra del apartheid y las armas nucelares, se le prohibió volver a África del Sur, especialmente a Rodesia.
Aunque perteneció al partido comunista, tras conocerse los crímenes del estalinismo, abandonó el partido, desencantada con la política.
Su obra tiene mucho de autobiográfica y se inspira sobre todo en su experiencia en África, su infancia y sus desengaños políticos y sociales. En sus escritos plasma los conflictos culturales, y se convirtió en icono feminista tras la publicación de El cuaderno dorado (1962). Lessing incluso trabajó géneros como la ciencia ficción con la serie Canopus en Argos (si alguien sabe dónde conseguirla, que me lo diga).
En 2007 le otorgaron el Premio Nobel de Literatura.

Fatima Mernissi (2003)
Escritora, historiadora, socióloga y feminista
Fátima Mernissi (Fez, 1940 – Rabat, 2015) estudió Ciencias Políticas en Rabat, continuó sus estudios en La Sorbona (París) y se doctoró en Sociología en la universidad de Brandeis, Estados Unidos.
Profesora universitaria y consultora de organismos internacionales (BIT, UNESCO), en los años 70 escribió sobre la necesidad de revisar la sociedad musulmana y su sistema patriarcal. En sus últimas obras ya no exige una revisión completa, pero sí reformas profundas para restaurar derechos a las mujeres.
Entre sus obras destacan los ensayos Sexo, ideología e Islam (1975), El Harén político: El profeta y las mujeres (1992) y El poder olvidado. Las mujeres ante un islam en cambio (1995).

Susan Sontag (2003)
Escritora, novelista, ensayista, profesora, directora de cine y guionista
De origen judío, Sontag nació en Nueva York en 1933.
Se graduó con solo quince años y continuó sus estudios en universidades como Berkeley, Oxford, Chicago, París y Harvard; en algunas fue docente.
Se casó a los diecisiete años y tuvo un hijo. Ocho años más tarde se divorció y mantuvo relaciones más o menos estables con Harriet Sohmers, María Irene Fornés y Joseph Brodsky. Los últimos años de su vida los pasó junto a la fotógrafa Annie Leibovitz.
A los cuarenta años sufrió un cáncer de mama que superó, pero murió en 2004 debido a una leucemia.
Se caracterizó por su fuerte compromiso social y político, en el que criticaba la política invasiva de su país, y por renovar el ensayo estadounidense para que fuera capaz de interpretar los nuevos fenómenos de masas de la época. Entre otras obras, destacan Contra la interpretación y otros ensayos (1966), Sobre la fotografía (1977), La enfermedad y sus metáforas / El sida y sus metáforas (1978 y 1988, hoy publicados en un mismo volumen) y Ante el dolor de los demás (2003).

Nélida Piñón (2005)
Escritora
Nacida en 1934 en Río de Janeiro, es miembro de la Academia Brasileña de Letras, de la que fue presidenta en 1996, convirtiéndose así en la primera mujer en conseguirlo.
De orígenes gallegos, se graduó en Periodismo en la universidad de Río de Janeiro y comenzó su carrera como escritora en 1961.
Entre sus obras destaca La república de los sueños (1984). Si bien antes ya era conocida en Brasil y España, a partir de ese momento sus obras se tradujeron a más de veinte idiomas.

Margaret Atwood (2008)
Poeta, novelista, crítica literaria, profesora y activista política
Canadiense (1939), Atwood es miembro de Amnistía Internacional y una de las presidentas de BirdLife International. Se licenció en Filología Inglesa.
Se casó en 1968 y se divorció en 1973. Un año más tarde, volvió a casarse con Graeme Gibson (novelista) con quien compartió el resto de su vida (Gibson murió en 2019) y tuvo una hija.
Empezó a escribir con dieciséis años y se la describe como escritora feminista, ya que en muchas de sus obras los derechos de las mujeres y los temas de género están presentes. Aunque su obra más conocida es, probablemente, El cuento de la criada, no podemos olvidar tampoco otras como La mujer comestible (1969), Surfacing (1972) o El asesino ciego (2000).

Siri Hustvedt (2019)
Novelista, ensayista y poeta
De origen noruego, Hustvedt nació en 1955 en Estados Unidos. Está casada con Paul Auster y su hija es cantante.
Se licenció en Historia y se doctoró en Inglés. Su tesis versó sobre la obra de Charles Dickens.
Entre sus obras destacan Elegía para un americano (2009), El verano sin hombres (2011) y el ensayo La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres (2016).

Anne Carson (2020)
Poeta y escritora
Canadiense, nacida en Toronto en 1950, Anne Carson también destaca por sus ensayos y traducciones. Profesora en las universidades de Princeton, McGill y Michigan, reside actualmente en Nueva York.
Cuenta que a los quince años descubrió los poemas de Safo en una librería local y que esto marcaría su vida.
Es considerada una de las poetas vivas más importantes de la literatura anglosajona y es una candidata habitual al Nobel de literatura.
Entre sus obras destacan Eros dulce y amargo (1986) y Red Doc (1998) (poesía), y su ensayo La belleza del marido (2002).
Y hasta aquí llega este año mi especial del día de la mujer.
¿A cuántas de estas autoras conocías?
Autoría de imágenes
- Doris Lessing: Elke Wetzig
- Fatima Mernissi extraída de Fundación Euroárabe.
- Susan Sontag: Susan Sontag photographed in her home, 1979, de Lynn Gilbert
- Nélida Piñón: Elisa Cabot
- Margaret Atwood
- Siri Husdvet: Luigi Novi
- Anne Carson: extraída de El cultural
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