Corrige tu primer borrador en tres fases

Ha llegado el momento, has terminado el primer borrador de tu novela, has escrito la palabra «Fin» después de mucho teclear, sufrir, beber lo que bebas y provocarte una úlcera. El orgullo te invade y lo dices en casa, lo comunicas en redes, lo gritas en la calle. ¡Lo has conseguido! Y ahora… ¡A mandárselo a tus betalectores!
¡PUES NO! ¡NI SE TE OCURRA, FLORECILLA!
Se han escrito muchas entradas hablando del proceso de corrección de una novela, también del proceso de corrección de un borrador, pero… no las he escrito yo, qué narices. Y ya tocaba. Sobre todo porque les mandé un audio a mis mecenas explicándolo (alguien me planteó la duda) y me dijeron: «¿Y si escribes un artículo?». Y como sus deseos son órdenes para mí (casi siempre, que luego me piden cosas raras como vídeos chupando limón y no puede ser), aquí lo traigo.
No voy a hablar de cómo sacarle brillo, sino de las fases que debes llevar a cabo. Antes de enviarlo a los beta, siempre recomiendo al menos tres revisiones, dos de ellas de reescritura, ya que cuando los lectores cero, esos a los que odias y amas a partes iguales, te lo devuelvan empezarás con la cuarta reescritura.
¿Cuarta reescritura? ¿De qué vas? Esto… Ya sé que para una novela te puede parecer una locura, pero nadie dijo que fuera fácil. Te voy a contar un secreto: esos relatos míos que suelen gustar más, han tenido hasta diez reescrituras y revisiones antes de que se los enviara a mi correctora. Tranqui, que yo soy una maniática. A ti te voy a simplificar mucho la cosa.
Interludio: La fotosíntesis es importante
Esta es la primera fase para corregir tu borrador. No te la saltes, por lo que más quieras, sobre todo si no tienes la fecha de publicación gritándote al oído o si autopublicas y puedes cambiarla a tu antojo.

Pues se ha quedado buen día para tomar el sol después de escribir “Fin”. En realidad, pensaba rascarme los pelos, pero luego me llamáis soez.
EL ARTE DE FONTOSITETIZAR SIN SER UNA PLANTA, SURICATA IRREVERENTE
Has trabajado mucho en esa primera versión de tu novela. Si eres juntaletrillas de mapa, antes de redactarlo te habrás hecho una guía completa, puede que hasta excels interminables con todos los detalles. Si eres brújula… Bueno, hasta los brújula tenemos nuestros mapas. Más abiertos sí, pero mapas, al fin y al cabo. Y somos conscientes de que hay que reescribir sí o también.
Aún así, sin importar cuál sea tu tendencia, el borrador tiene que reposar. Para los relatos recomiendo de veinticuatro horas a dos semanas según su extensión. Para las novelas, nunca menos de cuatro semanas. Y si puedes, más. No me mires así. Que has estado cinco años para hacer ese primer borrador, solo son cuatro semanas más, leñe.
Esta fase es supermegareimportante. Te ayuda a tomar distancia del texto, a desintoxicarte de él, a pasar la resaca. Cuando empieces con la labor de reescritura, lo verás con nuevos ojos y cazarás fallos e incongruencias mucho más rápido.
Pasado este tiempo, ahora sí, ya puedes empezar a corregir tu borrador.
Corrige tu primer borrador en tres fases
Antes de abordar la corrección de tu primer borrador debes tener en cuenta que no se puede corregir todo al mismo tiempo. Hacerlo es un error garrafal, porque el tipo de lectura que necesitas hacer en cada una de las fases es completamente distinto. Así que no mezcles las fases y céntrate en lo que realmente buscas. Y así es como trabajamos las correctoras. Corregimos por capas.
Fase 1: Releer, anotar, reescribir
Corregir tu primer borrador es pesado, y esta es, probablemente, la fase más larga y pesada. Aquí debes concentrarte en releer con atención tu texto, buscar los agujeros en la trama, las incongruencias, los problemas de worldbuilding.
Cuando me contratan una lectura crítica, o reviso mi primer borrador, siempre uso tres elementos: boli, papel y Word.
En papel me hago resúmenes de cada capítulo con lo más llamativo. De esa manera, si detecto algún agujero en la trama o alguna incongruencia grave, solo tengo que ir al resumen y no buscar página por página. Una vez localizada, me dejo una nota en el documento de Word (o Scrivener o el método que uses). Así, en la reescritura, ya tengo detectados los puntos que debo solucionar en el texto.
Lo ideal, sobre todo si eres brújula, es que hagas dos lecturas: una para los resúmenes por capítulos y los problemas en la trama, y otra para comprobar la consistencia de los personajes (acciones, descripciones, diálogos…) y de worldbuilding. También puedes aprovechar para revisar que la estructura de la novela está bien ensamblada.
Una vez tienes claro cuáles son los problemas del borrador y has ordenado las ideas y encontrado las soluciones, reescribe. A menos que seas una florecilla escritora experimentada, no te preocupes aún por el estilo o la ortotipografía, de eso te encargarás más tarde, aunque ya puedes empezar a pulir el texto, no es en lo que de verdad te tienes que concentrar ahora.
¿Por qué?
Por el llamado efecto bola de nieve. A lo mejor solo tienes que cambiar un evento al principio, pero debes asegurarte de que no arrastre a otras escenas (y suele hacerlo), así que lo más importante es que te concentres en modificar todo lo necesario.

Y arranca esas escenas que no aportan nada, o esos personajes que solo pululan. Si tú te aburres, imagina tus lectores.
Aquí aprovecho para darte un punto extra, que está a caballo entre esta fase y la siguiente: revisa las expresiones que hayas creado. ¿Corresponden a tu mundo? Hubo una clienta (Hola, reina) que en su texto de fantasía hablaba de la sirena de un barco. El problema es que era un mundo mágico en el que no parecía haber ninguna tecnología, ni siquiera básica, por lo que lo correcto es que el barco hubiese llevado una campana, gong o algo similar adaptado a su mundo, a menos que decidiera que era un mundo steampunk, en cuyo caso debía reflejarlo en más elementos.
Otro (Hola, rey) tenía una maravillosa escena sexual en la que se comparaba el acto con los maremotos. Pero todo sucedía en el espacio, entre dos especies diferentes. Así que le sugerí que cambiara los maremotos por algo más coherente con el lugar en el que estaban: agujeros negros (no os riáis, no, que ya os veo haciendo la coña con el doble sentido). Y si antes era maravillosa, la escena ahora quedaba perfecta.
Cuando termines esta reescritura, si te lo puedes permitir, date una semana de descanso.
Fase 2: Trabaja tu estilo
El tipo de lectura y reescritura que vas a hacer aquí de tu primer borrador (porque aún es un primer borrador, aunque pulido) es muy diferente. Tienes que analizar párrafo por párrafo y frase por frase si la cosa funciona o no. Lee con calma. Reescribe sin miedo. Es el momento de empezar a dejar el manuscrito bonito, de ponerlo presentable, de hacer tu primera versión de la novela. Para ayudarte en esta fase, puedes leer esta entrada en la que hablé sobre algunas pesadillas de estilo, esta otra en la que hablé sobre cuándo mostrar o contar y la de mi compañera Marian Ruiz, para sacarle brillo a un texto.
Además, te voy a dar algunos extra de los que aún no he hablado (pero que les tocará, en serio):
- Elimina esas metáforas terribles que a veces nos salen de lo más profundo de las entrañas y valora cómo mejorarlas o erradicarlas del texto.
- Revisa si las frases pueden generar confusión o dobles sentidos.
- Cuidado con el uso de gerundios, infinitivos, tiempos compuestos y pasivas; con el de los adverbios acabados en -mente, la sobreadjetivación (sobre todo si es antepuesta), los clichés y las muletillas. Todo esto ralentiza y arrastra tu prosa.
- Revisa el ritmo. No el de la novela en su conjunto (ya lo habrás hecho en la fase 1, durante la revisión de la estructura), sino el de cada escena, párrafo y frase. Juega con la puntuación para darle más dinamismo. Combina frases y párrafos largos y cortos según te haga falta. Que el lector no se duerma.
Este es el momento de hacer que brille tu historia, no por lo que cuentas, sino por cómo lo cuentas. Y luego, date otro respiro.
Fase 3: Ortotipografía
La última fase de corrección de tu primer borrador consiste en revisarlo carácter por carácter, o sea, letra por letra. Aquí vas a buscar cuestiones más normativas como el uso de comas obligatorias, erratas de tecleo, acentos, horrores ortográficos, uso de cursiva y similares.
Aprovecha también para aplicar formatos básicos al texto que faciliten su lectura a los lectores beta. Un texto bien estructurado, con sus títulos, capítulos, separación de párrafos, etc., invitan a leer en lugar de a salir huyendo. Y recuerda dar al menos un espaciado de 1,5 entre líneas para que la hoja respire. Tus beta te agradecerán no arrancarse los ojos durante la lectura.
¡Ya está! Ya tienes la primera versión de tu novela lista para enviarla a tus lectores cero. Y sí, digo primera versión porque, cuando te lleguen los comentarios (sea de amigos o hayas contratado a una profesional para hacer la lectura), volverás a hacer cambios. Pasarás de nuevo por todo el proceso. Y luego por el de corrección profesional. Y con eso te plantas en ocho lecturas y la dicotomía de si tirarte a la bebida o arrancarte de raíz del mundo literario.
Pero sé que repetirás.
Porque eres parte de mi jardín, y a mis florecillas les gusta superar retos y tener las hojas más bonitas del mundo.
¿Y tú, cuánto trabajas tu novela antes de enviársela a tus lectores beta?
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Me ha encantado el post. Gracias por esta lectura tan sencilla y fructífera. Los consejos que aportas son, desde mi punto de vista, imprescindibles, además están muy bien cohesionados en cuanto a las fases. Muchas gracias por aportar tanta información… Me gustaría dejar por aquí, este artículo sobre “6 cosas que eliminar al revisar un borrador”, me parece información muy interesante para compaginar con tu post. ¡Espero que os guste!
https://www.sinjania.com/eliminar-al-revisar/
Hola, Sheila:
Muchas gracias por tu comentario, además, es un honor que los compis de Sinjania os paséis por aquí. Efectivamente, esa entrada es una de las que más valoro de vuestra página.
Un abrazo,
Lidia
Muy interesante el post. Estoy en la primera corrección de mi borrador y me resultan muy útiles los consejos =) Pero siento que he leído tantas veces la historia (hablo de mis múltiples correcciones mientras escribía, por modificaciones en la trama, etc.), que, en ocasiones, quiero arrancarme los ojos! Por favor, dime que es normal y que no significa que mi novela es un churro, jajajaj (me río por no llorar)
Un abrazo 🙂
Ay, Eva, pobre, jajaja. Tranquila, es un sentimiento absolutamente normal. ¿Has dejado reposar el texto? Cuando hemos trabajado mucho en él es muy fácil perder la objetividad. Y si te lo sabes de memoria, es muy fácil que se pasen errores incluso obvios. Hazte un favor, descansa un poco y toma distancia. O dale una revisión muy rapidita y se lo mandas a alguien de confianza que lo vea con otros ojos antes de pasar a una corrección más profunda.
Un abrazo, y no desesperes.
Muy interesante y útil. Gracias por el artículo. Como siempre, es un placer leerte.
Gracias a ti, Rita.
Un abrazo.
Impre sio nante (en tres fases)
Impresionada. Me. Hallo. (En tres fases).